Índice

    Plantas medicinales en el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna: revisión fito-farmacológica



    Introducción

    La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una condición prevalente en hombres mayores de 50 años, caracterizada por una proliferación no maligna del tejido prostático que puede comprometer la calidad de vida al generar síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Aunque los tratamientos farmacológicos como los inhibidores de la 5-α-reductasa y los bloqueadores α-adrenérgicos son efectivos, su uso a largo plazo puede estar limitado por efectos adversos. En este contexto, las terapias complementarias basadas en fitoterapia representan una alternativa prometedora, particularmente en pacientes que prefieren enfoques naturales o que presentan intolerancia a los fármacos convencionales.

    Este artículo explora seis especies vegetales con potencial terapéutico en HPB, incluyendo mecanismos de acción, evidencia clínica, formas farmacéuticas, aceites esenciales, y precauciones asociadas a su uso.

    1. Serenoa repens (Saw palmetto)



    Historia y evidencia

    Originaria del sureste de EE.UU., Serenoa repens ha sido utilizada tradicionalmente por pueblos indígenas para tratar disfunciones urinarias y reproductivas. Su eficacia ha sido validada por múltiples estudios clínicos, destacando su capacidad para inhibir la enzima 5-α-reductasa, bloquear receptores androgénicos y ejercer efectos antiinflamatorios.

    Uso clínico

    Se recomienda el uso del extracto lipofílico estandarizado a 85–95% de ácidos grasos libres y esteroles, a dosis de 160–320 mg/día. Ha demostrado reducir significativamente el IPSS (International Prostate Symptom Score) y mejorar el flujo urinario máximo (Qmax).

    Aceite esencial

    Aunque no es habitual, el aceite de la semilla puede usarse tópicamente en fórmulas magistrales para masaje perineal, siempre diluido y bajo control dermatológico.

    Consideraciones

    Contraindicado en pacientes con terapia hormonal o próximos a cirugía. Puede interferir con pruebas de antígeno prostático específico (PSA).

    2. Pygeum africanum (Ciruelo africano)

    ciruelo africano

    Etnobotánica y farmacología

    Originaria del África tropical, la corteza de Pygeum africanum contiene triterpenos, fitosteroles (β-sitosterol) y ácidos ferúlico y ursólico, responsables de su efecto antiinflamatorio y anti androgénico.

    Eficacia

    Una revisión Cochrane identificó mejorías significativas en la nocturia, el flujo urinario y el volumen residual posmiccional. Se administra en cápsulas estandarizadas (50–100 mg, 2 veces al día).

    Aceite esencial

    No existen presentaciones en aceite esencial de uso común; su acción terapéutica se centra en el extracto lipofílico.

    3. Urtica dioica (Ortiga)

    Fundamento científico

    La raíz de Urtica dioica posee lignanos, lectinas y escopoletina, que modulan la unión de SHBG (globulina transportadora de hormonas sexuales) y antagonizan receptores de estrógenos. Su uso en HPB se respalda por estudios clínicos aleatorizados.

    Formas de uso

    Infusiones o extractos estandarizados (300–600 mg/día). Es habitual combinarla con Serenoa repens para potenciar efectos sinérgicos.

    Aceite esencial

    Utilizado por vía tópica en productos antiinflamatorios. Requiere pruebas de sensibilidad previa.

    4. Cucurbita pepo (Calabaza)



    Mecanismo de acción

    Las semillas contienen cucurbitina y β-sitosterol, compuestos con efectos antiandrogénicos, antioxidantes y antiinflamatorios. Su acción mejora el tono del detrusor y la función urinaria.

    Uso clínico

    Dosis recomendada: 30 g de semillas crudas al día o 1–2 cucharadas de aceite. El uso prolongado ha demostrado beneficios en síntomas de vaciado vesical.

    Aceite esencial

    El aceite de semilla es ampliamente utilizado por vía oral o en fórmulas dermocosméticas. Ideal para combinar con masajes perineales.

    5. Polen de Secale cereale (Cernilton)



    Composición y evidencia

    Compuesto por aminoácidos, flavonoides y ácidos grasos esenciales. Se ha utilizado en Europa en fórmulas como Cernilton, con estudios clínicos que reportan mejoría sintomática y reducción de inflamación prostática.

    Dosis

    Cápsulas de 320 mg, dos a tres veces al día. Su uso ha sido bien tolerado en estudios clínicos con seguimiento de hasta 6 meses.

    Precauciones

    Evitar en personas alérgicas al polen. Posibles efectos gastrointestinales leves.

    6. Citrus aurantifolia (Lima)

    citrus aurantius


    Evidencia experimental

    Estudios recientes en modelos animales han demostrado que el aceite esencial de lima reduce el tamaño prostático y los niveles de PSA inducidos por testosterona. Sus compuestos activos (limoneno, citral, geranial) exhiben propiedades antiinflamatorias y antiproliferativas.

    Vías de administración

    • Aromaterapia (difusor): 2–3 gotas, 2 veces al día.

    • Uso tópico: diluir 1% en aceite base para masaje perineal.

    Contraindicaciones

    Fotosensibilizante: evitar exposición solar tras la aplicación tópica.

    Recetas fitoterapéuticas integradas


    Infusión prostática

    Composición:
    • 1 g raíz de ortiga

    • 1 g semillas de calabaza molidas

    • 200 ml agua

    Modo de uso:
    Infundir 10 minutos. Ingerir 2 veces/día durante 8 semanas.


    tinturas de plantas


    Tintura magistral

    Ingredientes:

    • Tintura de Serenoa repens (50 ml)

    • Extracto de Pygeum africanum (50 ml)

    • Aceite de calabaza (30 ml)

    Posología:
    Tomar 1 ml (≈30 gotas) 2 veces al día antes de las comidas.

    Preparado tópico

    Composición:

    • 30 ml crema base

    • 3 gotas aceite esencial de lima

    • 2 gotas de aceite esencial de ortiga

    Aplicación:
    Masaje perineal nocturno. Realizar test de sensibilidad antes del uso continuado.

    Consideraciones clínicas y farmacológicas

    • La fitoterapia debe usarse como coadyuvante, no como monoterapia en estadios avanzados.

    • Evaluación médica previa es esencial: tacto rectal, PSA, ecografía.

    • Ajuste de dosis y seguimiento debe individualizarse según respuesta clínica.

    • Evitar uso concomitante con inhibidores de la 5-α-reductasa sin supervisión.

    • Verificar interacciones con anticoagulantes, antidiabéticos y fármacos hormonales.

    Conclusión

    Las plantas medicinales ofrecen una alternativa eficaz y segura para el manejo de síntomas leves y moderados de la hiperplasia prostática benigna. La combinación racional de especies como Serenoa repens, Pygeum africanum, Urtica dioica y Cucurbita pepo, respaldada por evidencia científica, puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente sin los efectos adversos asociados a la farmacoterapia convencional. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por profesionales de la salud con conocimiento en fitoterapia clínica.

    Referencias

    1. Wilt TJ, Ishani A, Stark G, MacDonald R, Lau J. "Saw palmetto extracts for treatment of benign prostatic hyperplasia: a systematic review and meta-analysis". JAMA. 2002;288(1):44–52.

    2. Cochrane Database of Systematic Reviews: Phytotherapy for BPH. 2012.

    3. Bach D, Ebeling L. "Long-term treatment of benign prostatic hyperplasia with Pygeum africanum extract: a summary of 25 years of experience". Curr Ther Res Clin Exp. 1994;55(7):776–785.

    4. Safarinejad MR. "Urtica dioica for treatment of benign prostatic hyperplasia: a randomized, double-blind, placebo-controlled, crossover study". J Herb Pharmacother. 2005;5(4):1–11.

    5. Dreikorn K, Bruns T, Richter R. "Phytotherapy in benign prostatic hyperplasia". Curr Opin Urol. 2002;12(1):15–18.

    6. Olayemi FO, Ajiboye TO, et al. "Histoprotective and PSA-lowering effects of Citrus aurantifolia essential oil on testosterone-induced BPH in Wistar rats". J Tradit Complement Med. 2023.